lunes, 3 de septiembre de 2007












Bar Mitzvá
Así se denomina al joven que llego a los 13 años y un día, quien desde ese día es responsable por los preceptos que un judío debe cumplir como está escrito en el Tratado de Principios (Avot V-25). A los 13 años también se lo cuenta para el Minian como a cualquier adulto. Es una costumbre señalar ese día en forma pública, no sólo en el seno de la familia como lo era en la edad media avanzada. El primer sábado después de cumplir los 13 años y un día, el joven es llamado a leer la Torá, dice las bendiciones correspondientes y se lo honra también con la lectura de la Haftará (porción semanal correspondiente a los profetas). El padre es el encargado de llevarlo al templo y acompañarlo en la "Aliá" a la Torá. La celebración de "Bar Mitzvá" en estos tiempos se realiza con mucho esplendor. El joven se prepara con anticipación para este evento trascendental en su vida y la de su familia. Se contrata un maestro especial que le enseña la lectura de la Torá, las bendiciones y a colocarse los tefilin. A partir de su Bar Mitzvá, como dijéramos, es responsable de sus actos y de cumplir con los preceptos (las mitzvot). En muchos templos, ya sean ortodoxos, conservadores o reformistas, se organizan cursos de Bar Mitzvá, donde se agrupan jóvenes adolescentes que están próximos a su Bar Mitzvá y se les enseñan las tradiciones, historia judía y todo lo que tiene que ver con el ritual: ponerse los tefilin, leer la Torá, colocarse el talit, recitar las bendiciones, etcétera. En la semana del Bar Mitzvá, el joven, en compañía de su familia y amigos, participa de la tefilá matutina (shajarit), se coloca los tefilin y toma parte activa en el servicio. A esto le sigue su participación también activa en el Kabalat Shabat (viernes al caer la tarde), que culminará en la mañana del sábado con el protagonismo del Bar Mitzvá en el servicio de Shajarit, en el que se lo honrará con la lectura de la Tora como queda dicho. Distintas costumbres marcaban este paso de un joven de la infancia a la adolescencia, según las distintas comunidades judías del mundo. Entre los judíos europeos se estilaba tirarle caramelos al joven Bar Mitzvá al terminar el servicio de Shajarit, simbolizando de esa manera que el "yugo de los preceptos" que asume, tanto como el ser judío, le sea dulce y llevadero. También existía y existe la costumbre de que el joven Bar Mitzvá dé una prédica (drashá) de contenido judío o sobre algún tema conexo con la lectura de la Torá de esa semana. Por esta prédica recibe regalos y atenciones, en especial de sus familiares, padres, abuelos y tíos que ven en esta ceremonia la confirmación y la continuidad judía, que es en realidad lo que el Bar Mitzvá significa. Después de la parte ceremonial en el templo se realizan fiestas, cenas o almuerzos festivos, a los que son invitados familiares y amigos del joven Bar Mitzvá. Todos participan de este evento trayendo regalos y buenos augurios.

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